Veamos. Vamos a nombrar una palabra que será clave en esta nota: la helioterapia. La misma se ha practicado desde los días de los primeros griegos, e incluso el gran Hipócrates fue un defensor de las propiedades curativas del sol.
¿Sol en verano? No sé si es bueno…
Lejos de lo que piensan muchos, está alejado de ser peligroso. Siempre teniendo en cuenta que la exposición controlada y moderada a la luz solar tiene numerosos beneficios que pueden ayudar a la piel, los huesos y la mentalidad de uno. Por eso, dejamos algunas razones para retomar esa idea de vacaciones junto al mar y empezar a planear hoy mismo semejante viaje.
La helio… ¿qué?
La ciencia de la helioterapia es simple y el tratamiento es gratuito: todo lo que se necesita es un poco de aire fresco y sol. Nada más.
Se basa en el poder de la luz solar para regular los niveles de vitamina D con el fin de mantener los cuerpos más sanos y las mentes menos abarrotadas. Tan necesario, ¿no?
Obtené una dosis natural de vitamina D
La vitamina D es crucial para mantener la salud, y la luz del sol es la mejor manera de obtenerla. Si los niveles de vitamina D están dentro de un rango óptimo, las ventajas para el cuerpo incluyen una presión arterial más baja, una mejor regulación del azúcar en la sangre, niveles de colesterol más saludables y un sistema inmunológico más fuerte. ¿Qué tul?
¿Por qué se la necesita?
Regula la absorción de calcio y fósforo y es importante para el crecimiento y desarrollo de huesos y dientes. Pero además, ayuda al sistema inmunológico y mejora la resistencia contra ciertas enfermedades.
¿Por qué no tomar un suplemento?
La luz del sol proporciona una amplia gama de minerales esenciales, como el hierro, el magnesio, el sodio y el carbono, entre otros, que se transmiten en forma refinada, penetrando en el cuerpo de una manera duradera, segura y agradable que supera cualquier remedio.
¿Cuándo recibir la helioterapia?
Contrariamente a lo que es la norma, quienes practican la helioterapia salen al sol (aunque por períodos muy controlados) durante las horas pico del sol, alrededor del mediodía. Este es el momento en que la exposición a los rayos UVB está en su punto más alto.
A diferencia de los rayos UVB, los rayos UVA no ayudan a producir vitamina D a través de la piel y también son los rayos UV asociados con el melanoma. Al mediodía, se obtiene un equilibrio de ambos, y la oportunidad de obtener los niveles de vitamina D de forma natural.
Ser moderados es clave
Ojo. Tener una tez muy clara no significa que deba evitarse constantemente el sol. Sin embargo, deben tener más cuidado al sentarse debajo de los rayos. De diez a quince minutos es todo lo que se necesita para comenzar a rellenar los niveles de vitamina D y, a medida que el cuerpo comienza a adquirir un brillo de bronce, esta vez se puede extender.
Por otro lado, las personas de tez más oscura pueden necesitar un poco más de un cuarto de hora antes de comenzar a cosechar los beneficios para la salud de los rayos solares.
La finalidad es sentirse bien
El rubor de un bronceado, mezclado con arena de playa, sal marina, crema solar y el aire fresco del mar también puede tener un profundo efecto en la mente. La vitamina D ayuda a regular el sueño, así que no te sorprendas si sientes la necesidad de acostarse después de un día en la playa.
Los niveles suficientes de vitamina D también han demostrado ayudar a regular los cambios de humor y ayudar a prevenir la depresión, así como contribuir a controlar la ansiedad.
Y más si estás en la playa, el río, o donde sea pero de vacaciones…