Se acercan las vacaciones de invierno y muchas familias elijen salir con sus mascotas.
Es notable como cada vez son más los viajeros que eligen llevar a sus animalitos para disfrutar unos días de descanso en familia. Y muchos optan por el avión como medio de transporte.
Las normas del viaje en avión para mascotas varían según cada compañía aérea. Pero te brindamos consejos y requisitos generales para tener en cuenta antes de volar con tu perro.
1. Documentación
Es obligatorio que la mascota tenga el certificado de vacunación antirrábica, el certificado de salud y el Certificado Veterinario Internacional (CVI) ante el Senasa.
En ese caso se deberá presentar a las autoridades sanitarias de destino el certificado veterinario internacional que acredite su sanidad.
2. ¿Qué tener en cuenta?
Revisá qué tipo de contenedor exige cada aerolínea, en cuanto al peso y medida. Un canil que tenga fondo impermeable, resistente, ventilado y seguro son algunas de las características que solicitan.
Asegurate que tu perro se sienta cómodo y seguro en el contenedor, para que el vuelo sea agradable.
Tené en cuenta el tamaño del perro, ya que no deben sobrepasar entre los 7 y 9 kilos con contenedor incluido, pero esto depende de las normativas particulares de cada compañía. Además, el perro debe tener más de 8 semanas.
3. Características de las mascotas
Si la mascota es braquicéfala (nariz chata), implica un riesgo mayor de problemas respiratorios y sobrecalentamiento del animal, debido al estrés de volar. Algunas compañías requieren rellenar un informe durante el check in, declarando conocer los riesgos asociados a volar para su mascota.
El bulldog inglés y francés, pequinés, boxer, pug y boston terrier son algunas de las razas que pueden sufrir riesgos fatales durante el viaje debido a su incapacidad de regular su temperatura corporal, así como la falta de respiración en el vuelo.
4. Durante el vuelo
El viaje en avión puede resultar estresante para la mascota, sobre todo si el animal tiene que viajar en la bodega, lejos de sus dueños y rodeado de ruidos fuertes y desconocidos para él. Por otro lado, si el viaje es largo pueden llegar a sufrir algo parecido a nuestro jet-lag, lo que puede generarle problemas digestivos y de irritabilidad.
En algunas aerolíneas se permite viajar con mascotas a bordo en vuelos no mayores a 6 horas de duración. A su vez, se recomienda no sedar al perro, ya que aumenta el riesgo de problemas cardíacos y respiratorios durante el vuelo.
Sobre el check in, una vez que el pasajero llegó al aeropuerto, debe acudir a los mostradores del Senasa cuatro horas previas al embarque, para que un inspector pueda realizar la constatación física y documental.
¡Buscá alojamientos pet-friendly acá!
Fuente Clarín.