Hay veces que un viaje de placer no es tanto. Porque te olvidaste el mate, porque te puede llover todo el recorrido o ¡porque pinchaste una goma! Pero no desesperes, que más allá de traerte siempre los mejores alojamientos, te traemos la solución para este problema que siempre, es un dolor de cabeza.
Lo que hay que hacer
Primero, lo primero, obviamente. Hay que tener siempre la presión correcta de los neumáticos. ¿Cuánto?, ¿dónde aparece eso? La respuesta es: el manual del conductor. Léanlo y revisen las cuatro gomas antes de subir a la ruta. Salir quince minutos más tarde por pasar por alguna estación de servicios o gomería, no es tan dramático. ¿Para qué sirve la presión? Pues, permitirá un contacto parejo entre las cuatro ruedas y el suelo y así, se reducen altamente las posibilidades de pinchazos.
Más allá de los neumáticos, una Verificación Técnica Vehicular, siempre viene bien para probar los frenos, neumáticos y las luces, entre otros mecanismos es primordial. Y proveerse de un equipo de herramientas esenciales, nunca está demás.
Peeeeeeeeero muchas veces, más allá de tener todo bajo control, la ruta juega una mala pasada con algún clavo o cualquier elemento que no esperábamos. Si allí, sentimos la goma baja, no hay que frenar de inmediato. Dejen que el auto avance, bajando la velocidad hasta la estación más cercana y allí sí revisar la presión. Por una cuestión de seguridad de propios y extraños, más que nada. Si lo que sufrimos es un reventón violento, hay que mantener muy fuerte el volante y mantener la trayectoria. Cuando se controle el auto, llevarlo hasta por fuera de la banquina, lo más alejado posible de la calzada.
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¡Otros tips!
Antes de bajar del coche, sea de día o de noche, es esencial ponerse el chaleco refractivo. Luego, disponer las balizas tipo triángulo 75 metros por delante y por detrás de nuestro coche detenido, sobre todo en ruta de doble mano.
Procurar ponerlas a varios pasos, ya que por las velocidades, es imposible que un auto frene a tiempo si se encuentra sorprendido con nuestra presencia.
Informarse sobre el estado de las rutas a transitar es algo que no todos lo tienen como un hábito, y debería serlo. Es importante para no llevarnos sorpresas indeseadas, por eso también hay que anotar las estaciones aledañas a la ruta, por cualquier inconveniente.
Exigir usar el cinturón de seguridad y usarlo siempre, parece algo obvio, pero jamás está de más recordarlo. Si se viaja con niños menores de 12 años hay que instalar en la parte trasera las butacas específicamente diseñadas y proporcionales a los cuerpos y las edades.
Por último, estar atento a las señalizaciones de tránsito. Disminuir la velocidad cuando lo pidan los carteles, viajar siempre con las luces encendidas, y ahí sí, prepararse para disfrutar de tu próxima localidad que visites.
