¿Cómo conocer realmente a una persona? Dicen que irte de viaje con ella. Para saber si es cierto, fijate si te identifica algo de esto. O a algún amigo o amiga…
Ahí, cuando la comodidad termina se caen los disfraces. Y es que todos sacamos nuestra verdadera personalidad. Nos mostramos realmente como somos en la intimidad, con mal humores, costumbres, tips, etc…
El que aplaude mucho
¿Quién no conoce a alguien que aplaude absolutamente todo? Hasta parece ser un personaje de Capussotto. Aplaude cuando el avión aterriza, cuando el mozo lleva la comida a la mesa, cuando llega al hotel, sin importar que estén durmiendo. Aplaude cuando hacen planes para el día siguiente, cuando descubre que la comida incluye postre. Hay veces que es insoportable, pero es muy querible.
El ventajero
Es aquel cuya frase puede ser: «Si está incluido, llevatelo». Ese viajero que aprovecha hasta las últimas consecuencias lo que pagó por su viaje. Lo exprime al máximo.
Si está lleno, no importa, igual un no a la comida incluida en el paquete no es una opción. Reconocido por llevarse todo lo que hay en el cuarto del hotel, más que viajero parece un vendedor de ese lugar.
Es el primero en llegar y el último de irse, hasta que lo obligan a irse. A algunos de sus acompañantes hasta les puede dar vergüenza. Bueno, no es para tanto.
Al que no le viene nada bien
¡Este o esta, es inaguantable! Se queja absolutamente por todo. Desde que llega al lugar en destino, y a veces inclusive antes, cuando pone un pie en el aeropuerto, todo le viene mal.
Tienen un poder especial: es capaz de arruinar las vacaciones, inclusive al que aplaude todo. Se queja por las olas, por el frío del agua, por el viento, porque el cielo es celeste.
El/ la paranóico/a
El viajero con pánico puede incomodar hasta la persona más segura del viaje. Está todo el tiempo en alerta preocupado por todo. Durante todo el viaje cree que todo puede salir mal. Desconfía del avión, tiene miedo que se caiga, que los deje en tierra. ¡A vos te tendríamos que dejar!
Si va a una zona media exótica va a sospechar de todo. De la comida, del hotel que le va a cobrar mal en todo, de que puede llegar un huracá que arruine todo. El viajero paranoico infunde su miedo por vivir a los demás viajeros. Y es estresante.
Frase de identificación: Pero qué tal si…
El agarrado
Este especimen se arrepiente de estar de vacaciones en cuanto firma el primer Boucher; se llena de pan durante la comida para no comer hasta el día siguiente y -un poco más- pide agua de la canilla. Llega a niveles insospechados.
No le importa poner en riesgo su vida, con tal de viajar de la manera más barata y peor aún, está dispuesto a arriesgar a sus acompañantes por ahorrarse unos cuantos pesos (no es descabellado que quiera un bote sin chalecos salvavidas, para no pagar).
El amigo de medio mundo
Viajero que le cae bien a todo el mundo, o quiere caerle bien. Termina el viaje siendo amigo hasta de las piedras.
Gracias a su facilidad por hablar con desconocidos, puede conseguir mejores precios, tips, favores o cosas gratis. O al contrario puede llegar a confiar mucho, en personas equivocadas. Tiene que ser bien manejado, para que siga siendo amigo… de sus amigos.
Y vos, ¿con cuál te identificás?