La Patagonia siempre es hermosa para conocer, pero más si el recorrido es diferente e inolvidable. Ambas características se logran cuando el paseo se hace en el Tren Patagónico.
Historia sobre rieles
Se puede cruzar una provincia desde el cordón montañoso de la Cordillera hasta orillas del mar. Esta manera de recorrer tiene lugar en la provincia de Río Negro y es posible por la manera en que comenzó todo y se formaron muchas de las ciudades en Argentina: por el tren.
Se creó con el objetivo de activar productivamente las zonas de nuestro país y en especial conectar la zona cordillerana rionegrina con el Océano Atlántico. Por eso inicia en la ciudad de Bariloche y cruza toda la estepa patagónica, incluyendo Viedma y San Antonio Oeste.
Son 820 kilómetros y casi 17 horas de viaje en el el tren de larga distancia más austral del mundo. Pudiendo ser testigos de los paisajes del norte patagónico apenas delimitados por estaciones de pueblos chicos y aislados.
Los mejores lugares para descansar en Viedma aquí.
Lo que tenes que saber
Lo esencial del viaje se hace de noche, por lo que uno puede despedirse de la costa atlántica por la tarde, y amanecer al pie de los Andes al día siguiente o viceversa. Se sale los viernes a las 18hs. de Viedma para regalar las primeras postales de la puesta del sol bajo el infinito horizonte patagónico.
El sonido del tren, los silbatos en cada estación, el humo de la locomotora… Todo, forma parte de una jornada repleta de sensaciones incomparables. La primera parada es en San Antonio Oeste, que aparece a lo lejos casi como un oasis, cuando las luces se van notando. Aquí, se recuerda lo que fue construir este ramal en la Patagonia, a principios del siglo XX, cuando estas ciudades tenían más vitalidad.
Las otras estaciones son recuerdos de pueblos prósperos hace mucho tiempo. Por la madrugada, se llega a Ingeniero Jacobacci, que fue donde comenzaba su recorrido «La Trochita» hasta que por problemas económicos redujo su recorrido.
Luego, las vías llegan a los 1082 metros de altura, cuando trepan a la Cordillera. Bariloche aparece así como el último lugar, cuando se disfruta desde sus ventan al Lago Nahuel Huapi y esta parte del país se conoce desde un lugar diferente: en movimiento, sobre rieles.
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