Las aguas de Mar Chiquita se ven rosadas, en cada septiembre. ¿Por qué? ¿A qué se debe ese fenómeno que cautiva y embellece esta región? Pasá y enterate.
La vida color de rosa…
… O el agua. Porque de los atractivos principales del Mar de Ansenuza, que es su variada avifauna, el que más llama la atención de propios y extraños y que convoca a fotográfos de todo el mundo, es la tremenda postal que regalan los flamencos.
¿Qué? Sí. Es que en la Laguna Mar Chiquita existen poblaciones muy grandes de estas aves, que por su característico color rosado, se vuelven el blanco de todas las cámaras, generando el efecto rosa que predomina en las fotos y en las imágenes que se quedan grabadas entre los visitantes.
Y hablamos de más de 200 mil ejemplares, según censos de investigadores del Conicet y del Grupo de Conservación de Flamencos Altoandinos. Dicho censo se realiza desde hace más de diez años, desde el aire de Mar Chiquita.
¿Quiénes son los visitantes?
Son tres especies las que viven en el Mar de Ansenuza, de las seis que hay en el mundo: el flamenco austral, el andino y el de James.
El color rosáceo se vuelve un espectáculo en sí mismo y es una de las características de estas aves esbeltas, de patas largas -entre 60 y 80 centímetros-, cuyo pico está adaptado para hurgar en el barro. El cortejo se puede ver cada septiembre, cuando -luego de una danza maravillosa- llegan a aparearse.
Una de esas tres especies, la flamenco austral es la que vive todo el año en la Mar Chiquita,mientras que la andina migran hacia la laguna en invierno principalmente.
Voz autorizada
Varias de las fotos que aparecen en internet, de este fenómeno, son de Hugo Giraudo. Pero no sólo los fotografía sino que los observa, ya que es miembro del Club de Observadores de Aves y responsable del Museo de Ciencias Naturales de Miramar de Ansenuza.
Nadie mejor que él para explicar más acerca de la relación de los flamencos y la Laguna de Mar Chiquita. Por ejemplo que entre las causas por las que no se veían tantos en los meses de primavera y verano “es un poco por el disturbio de la gente que viene a hacer turismo y por ahí los espantan con cámaras no aptas y se quieren abrazar al flamenco para poder sacarse la selfie con un celular”, ejemplificó. Sí, tal como leyeron…
También apunta a la promoción de algunas actividades deportivas -que no están habilitadas para dentro de una Reserva- como el caso de los parapentes a motor que sobrevuelan la costa de la Laguna a muy baja altura, también espanta a las aves.
Como si esto fuera poco, la presencia de perros callejeros que hay en la zona y que al no tener alimento corren a las aves para comerlas, también atenta con la estadía de los flamencos.
Pero vuelven. Sobre todo en época de reproducción, pero en «lugares mucho más apartados y tranquilos para poder reproducirse».