Una pregunta muy frecuente para quienes trabajan en el rubro turístico es: ¿me conviene realizar ofertas o promociones para promover las ventas?.
Entendiendo que una promoción o un descuento es una herramienta que busca incentivar la compra, ya sea por una rebaja o por algún tipo de bonificación, es necesario comprender que utilizar estas herramientas puede ayudarte a obtener beneficios siempre y cuando las utilices y combines de una forma correcta.
En un mercado tan competitivo como el turístico, día a día encontramos mayor cantidad de ofertas que obligan a los negocios a estar a la altura y a sobrepasar a la competencia. Y esto se da con más intensidad en el mundo digital, donde las empresas aprovechan para «bombardear» de publicidades y promociones a través de todos los medios posibles.
En este contexto es donde las promociones y descuentos cobran mayor protagonismo, ya que es necesario destacarse entre el resto y ofrecer al turista algo realmente atractivo.
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¿Cuándo realizar promociones o descuentos?
Las promociones se pueden llevar a cabo cuando se quiere incentivar la compra de un producto o servicio determinado, cuando bajan las ventas o cuando se intenta fidelizar al cliente. En el caso concreto de los alojamientos temporarios hay muchos momentos oportunos para lanzar una oferta o realizar descuentos.
Lo más importante es aprender a planificar y determinar qué momento será el indicado para realizar estas ofertas. Como toda herramienta de marketing, hay que tener un claro objetivo en mente. Caso contrario podemos realmente desaprovechar su potencial o inclusive obtener un resultado no deseado.
Pero también hay que tener mucho cuidado de no abusar de esta herramienta porque cuando los clientes detectan que constantemente estamos ofreciendo promociones o descuentos, acostumbramos a las personas a esperar que algo esté más barato o que se le regale algo y solo aparecen cuando hacemos uso de este tipo de herramientas.
Si bien no está mal ofrecer este tipo de cosas, hay que comprender que este tipo de herramientas utilizadas en un mal momento, se convierten en algo contraproducente para nuestro negocio.
Elegir el momento indicado
En el rubro de los alojamientos temporarios, hay fechas claves para ofrecer promociones o descuentos. Por ejemplo, fines de semana largos, épocas de temporada alta, o por el contrario, fechas en las que hay poco movimiento como en temporada baja. Esta época es ideal para aprovechar y tentar al turista con precios atractivos.
Las promociones deben ser atractivas y no sólo tienen que ver con el precio, también se trata de ofrecer algo diferente o hacerle un obsequio al cliente siempre y cuando este cumpla determinada condición que nos beneficie a nosotros. Si queremos fidelizar clientes debemos ofrecerles beneficios reales. Por ejemplo:
- ¡Se alojan 4 personas y pagan 2!
- ¡Alojate 4 noches y pagá 3!
- ¡Si te alojas más de 3 noches te regalamos el desayuno!
- Reservá hasta el 30 de octubre y pagá en 18 cuotas
- Alojate este fin de semana y te regalamos una cena/excursión
Las promociones deben ser reales y no engañosas. Ocurre que muchas veces los descuentos no representan verdaderos beneficios, o bien encierran costos ocultos. Si bien es cierto que en determinadas situaciones se trata de oportunidades reales, son cada vez más difíciles de descubrir, debido al uso y abuso de la palabra promoción.
Si sabes hacer un uso correcto y estratégico de las promociones, en el corto plazo, te van a servir para vender más u ocupar esos días que te quedaron sin reservas. Y en el largo plazo para hacerte conocido y fidelizar clientes.