Cabañeros: ¿contrato un administrador para mi alojamiento?

La famosa frase «atendido por sus dueños» es usada por muchos negocios como una estrategia de venta que les permite diferenciarse de competidores más grandes o profesionalizados. Pero cuidado, no siempre es un aspecto positivo a resaltar.

La calidad de servicio es la razón principal por la que muchos negocios utilizan el «atendido por sus dueños» como argumento de venta, pero no debemos estar atados siempre a esa idea. Hay que adaptarse a los cambios y descubrir que cuando nuestro negocio comienza a crecer, es fundamental aprender a delegar y contar con otras personas para lograr el éxito.

Ser el propietario y estar al frente de la relación con los clientes es, en muchos casos una gran ventaja, pero no siempre transmite la mejor imagen ni resulta la mejor decisión para un emprendimiento.

Aprender a delegar

El rubro de los alojamientos temporarios requiere de mucha dedicación y trabajo, por lo cual contratar un ayudante o administrador suele ser una tarea compleja al principio, pero necesaria a largo plazo.

Poner en marcha un complejo de cabañas no te da experiencia ni habilidades para relacionarte con los clientes, ni para llevar adelante todas las tareas que implica. Por otro lado, y en especial en el caso de los negocios familiares, donde todos participen, trabajar con personas no preparadas o poco interesadas realmente en el negocio es un riesgo, y si no contamos con alguien que conozca del rubro, podemos cometer muchos errores.

Actualmente son muchos los emprendedores que al ver sus negocios crecer y expandirse se ven en la necesidad de delegar tareas, pero es allí donde entran en un dilema interno. Si los dueños están permanentemente involucrados en la atención a clientes es probable que dejen de lado otras actividades del negocio, esenciales para sobrevivir y crecer. Incluso suele ocurrir que, a la larga, bajen la calidad de atención por las preocupaciones que se generan en las áreas desatendidas.

Y en este sentido, contratar una persona que se encargue de la administración de los alquileres y que conozca de la materia, ayudará a la organización del negocio, y a su crecimiento en el largo plazo.

Dependiendo de la envergadura del alojamiento, las tareas serán mas o menos complejas, pero si hay algo seguro es que una sola persona no puede encargarse de todo. Además el cliente no puede esperar, necesita respuestas y soluciones inmediatas, por lo cual es fundamental cubrir todos los frentes.

Un administrador o encargado del alojamiento puede encargarse de algunas tareas básicas:

• Revisar la limpieza y el estado de las instalaciones.
• Recibir y registrar los huéspedes.
• Garantizar que se cumplan las reglas.
• Atender inmediatamente al cliente ante cualquier inquietud.
• Administrar ingresos y egresos económicos.
• Gestionar las reservas.
• Responder e-mail/ llamadas.

Debido a que el rubro turístico es estacional, hay épocas en las que contratar un empleado puede ser poco redituable, pero en temporada alta donde la demanda aumenta, contar con una persona capaz de ayudarnos a organizar la agenda es indispensable.

Siempre que se trate de brindar una excelente calidad de servicio, es necesario aprender a delegar y saber que como dueños no podemos abarcar todos los aspectos que conciernen a nuestro negocio. Aunque nuestro negocio sea pequeño, tenemos que mirar con proyección y estar a la altura de lo que nuestros clientes necesitan.