Cabañeros: ¿preparándote para el verano?

A esta altura del año, el rubro turístico comienza a prepararse para recibir la temporada de verano, y el turista de a poco inicia la búsqueda para organizar sus vacaciones.

Por ello es importante empezar a organizarse y trabajar desde ahora de cara al verano 2020. Con la subida del dolar y el aumento de los precios, los turistas ya están consultando, y en muchos casos intentando «congelar precios», lo cual no suena ilógico dadas las circunstancias económicas del país.

¡Anticipate!

Contar con una planificación anticipada es una de las claves para lograr buenos resultados. Este es el momento de empezar a trabajar para llegar al verano sin ninguna preocupación:

• Acondicionar las cabañas y complejos e invertir en todo lo que haga falta para que estén listas llegado el verano.
• Comenzar a promocionar a través de todos los medios posibles: portales de reservas, redes sociales, páginas web, etc.
• Pensar en promociones, por ejemplo «alquilando hasta cierta fecha tenés ciertos descuentos» o «alquilando 7 noches te regalamos una».
• Poner al día toda la información necesaria: datos de contacto, cantidad de unidades, ubicación y sobre todo fotos de buena calidad.

El que avisa no traiciona

Siempre hablamos de la importancia que tiene colocar precios. Hoy en día, el cliente que ingresa a la web para adquirir un producto o servicio, lo hace en busca de precios e información sobre lo que pretende comprar, por lo cual, disponer de esta información en Internet puede ser valorado muy positivamente. De hecho, si el turista se encuentra atraído por el alojamiento, los servicios y los precios, seguramente contacte de manera directa. De esta forma, se evitan pasos intermedios y consultas de precio innecesarias que, en muchas ocasiones, alargan el proceso y paralizan la venta.

Especular te quita reservas

Trabajar con una economía tan incierta no es nada fácil, pero es posible. Con tanta competencia en el rubro de los alquileres, fijar el precio que se cobrará dentro de unos meses parece descabellado, pero es necesario. Además no hay que olvidar las ofertas tan competitivas de países como Brasil, con paquetes armados con mucha anticipación y la posibilidad de pagarlos en cuotas.

Es de suma importancia no especular hasta último momento con la inflación y el dolar, recordemos que las vacaciones no son una necesidad primaria,  por lo tanto los aumentos en este rubro, no pueden ir a la par de los alimentos, alquileres, servicios.

Negarse a brindar un precio para la temporada es muy mal visto por el turista que está organizando sus vacaciones. En ningún rubro esto es aceptable.

Financiación

Es una gran ventaja darle al cliente la posibilidad de empezar a pagar desde ahora. Además el cabañero puede contar con un ingreso que le sirve para invertir en su alojamiento y dejarlo en condiciones para el verano.

Lo ideal es cobrar una seña anticipada, y enviar un pequeño contrato donde el cliente se compromete a pagar todos los meses mediante depósitos o transferencias bancarias. En el mejor de los casos si el cliente quiere pagar todo junto, se puede optar por hacerle un pequeño descuento.

Recordá que podes armar con un monotributo una cuenta en Mercado Pago y recibir pagos mensualmente. Si bien este medio cobra comisiones, podes revisarlas y decidir si asumis ese extra o lo recargas en la tarifa al turista.

Usar los canales que prefiere el turista

Vivimos en un mundo digitalizado donde cada minuto vale oro, la gente busca soluciones y respuestas rápidas a sus preguntas para poder decidir sin demasiadas vueltas.

Hoy en día la mayoría de las personas usan el celular constantemente. Por lo cual responder las consultas a través de Whatsapp o con un llamado es muy cómodo para el cliente. Esto no quiere decir que el e-mail no tiene importancia, pero es un poco más lento. Además esto le demuestra al cliente interés.

No hay que olvidarse que el rubro de los alojamientos temporarios es diferente a todos, el proceso desde que el turista consulta hasta que concreta puede ser largo, para ello hay que trabajar con paciencia y sin descuidar ningún paso.