Catamarca, no siempre aparece entre los destinos más visitados en el país. Pero eso, no es más que por desinformación. Por eso, en esta nota los lleva hasta Tinogasta, a unos 40 minutos de Fiambalá, porque allí el turismo aventura es una opción más que tentadora.
Alquileres temporales en Fiambalá, para poder disfrutar mejor de Tinogasta.
Naturaleza con aventura
Tierra, aire, agua… Todo se resume cuando se nombra a Tinogasta y más en turismo aventura. Desde largas caminatas, con el trekking que tiene cada vez más participantes, los paisajes pueden ser difrutados de una manera especial. El montañismo, en esos paredones inmensos que posee, y la chance cierta de conocer y recorrer grandes volcanes y cordones cordilleranos, es la mejor manera de invitarlos a que se lleguen por estos lados.
Esta región es conocida como “Los Seimiles” y se pueden encontrar más de una docena de picos que superan los 6.000 metros de altura, convirtiéndose en una tentación para estos deportistas. Por ejemplo, el Monte Pissis (6.793m), uno de los volcanes más altos del mundo, convirtiéndose en la «segunda cumbre más alta de América», después del Aconcagua.
¡Más opciones!
Para los locos del aire, Tinogasta se fue convirtiendo con el paso del tiempo, en una especie de materia obligada en lo que a parapente y aladeltismo se refiere. Cada vez más gente se llega hasta el lugar para experimentar esto, desde personas que vuelan solas, hasta quienes van con instructores, para poder sacarse el miedo y mirar todo desde arriba.
Para aquellos que quieran estar en tierra firme, este lugar también es el indicado con el sandboard como una de las actividades preferidas. Los grandes médanos de arena blanca que rodean a la ciudad y las rocas de enorme tamaño también permiten practicar escalada, rappel y tirolesa, entre otras actividades.
Se destaca la pesca deportiva y en este lugar, más precisamente la de truchas. En ríos y arroyos cercanos al paso San Francisco, la pesca con mosca es la vedette.
En Catamarca, la minería es todo un tema por las denuncias que recibe, pero también es una posibilidad de visitar minas abandonadas. Viejas construcciones en lo profundo de las montañas, para conocer más de cerca la actividad y la vida en esos lugares, es lo que nos regala el turismo minero. Para llegar hasta allí, muchas veces se necesita de camionetas 4×4, con las que se pueden hacer excursiones y cacerías fotográficas. Además están las opciones de cabalgatas, avistaje de fauna y todo lo necesario para experimentar este lugar que es excelente. Y de verdad.
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