A través de grietas profundas y paisajes alucinantes que no escapan al foco de tu cámara, Los Valles Calchaquíes forman una comarca con mucho interés paisajístico y cultural. Sin duda alguna, un paseo increíble por Salta.
Las opciones turísticas de este destino del noroeste argentino son variadas, ya que van desde un recorrido por la coqueta Capital provincial hasta visitas a pueblos maravillosos en los alrededores como Cafayate, La Poma, Cachi, San Carlos o Seclantás.
Para conocer los Valles Calchaquíes se debe recorrer un total de 520 kilómetros a través de tres rutas troncales, la R.P Nº 33 y las R.N Nº 40 y 68.
Unas líneas más arriba mencionamos los pueblos alrededor de los valles, los cuales son algunas de las paradas obligadas en el próximo viaje para la “Vuelta a los Valles” a través de la región forjada por la historia preincaica y colonial. Te contamos sobre ellos:
Cachi
Ubicado a 3.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra rodeado de picos nevados y cardones, combina vestigios arqueológicos que son testigos de antiguas civilizaciones. Allí te vas a encontrar con la plaza central con su tradicional iglesia, la que comenzó a edificarse en el siglo XVI y es, hoy en día, Monumento Histórico Nacional, por su arquitectura única y sus techos de madera de cardón.
Desde Cachi, se pude ir al Parque Nacional Los Cardones, responsable de proteger esa especie característica de la región. Finalmente el Nevado de Cachi es el pico más alto de los Valles Calchaquíes, donde se puede hacer turismo de aventura, montañismo, en sus casi 6.400 metros de altura.
Cafayate
A 183 km de Salta capital, es uno de los centros turísticos más importantes de los Valles Calchaquíes: Cafayate. Aquí podrá sentir, apreciar y ver la tan característica naturaleza que la convierte en un lugar único de nuestro país.
En Cafayate, no solo podrá conocer sus calles, visitar museos como el Museo Regional y Arqueológico “Rodolfo Bravo”, realizar paseos o turismo aventura, degustar comidas típicas, dialogar con los lugareños, sino que también, podrá disfruta de la producción del famoso vino torrontés; gracias a la exquisita combinación entre temperatura y humedad, es ideal para el desarrollo de la uva con sabor dulce, profundo y frutado. Panoramas Infaltables en tu itinerario.
Este apacible destino ofrece al visitante paseos inigualables. Uno de sus principales atractivos está fuera de su zona urbana: en los últimos 50 kilómetros del recorrido desde Salta capital, en La Quebrada de Las Conchas o de Cafayate.
La Poma
Es uno de los lugares más mágicos de Salta, con calles con pircas de piedra y adobe, pequeñas casas, rebaños de ovejas y llamas en los alrededores. Allí está el monumento natural Abra del Acay, área protegida que comprende uno de los pasos carreteros más alto del mundo, sitios arqueológicos incas, cavernas y montañas de casi 6.000 metros de altura. Puente del Diablo es una caverna de 111 metros donde hay estalactitas de todas formas y colores. Además el pueblo tiene dos guardianes ancestrales, los volcanes Los Gemelos.
Seclantás
Casonas enormes, grandes patios, y mucha historia caracterizan a Seclantás, un hermoso pueblo de Salta. Su plaza central, La Junta, está repleta de palmeras y plantas que ofrecen un color verde especial durante todo el año.
En el pueblo está la iglesia del cementerio construida en 1885 en lo más alto. Además de la importancia arquitectónica, la vista del valle desde allí merece una buena foto para llevarte.
San Carlos
San Carlos, es un pueblo rodeado de montañas a 197 km de Salta capital, y a 24 km de Cafayate por la ruta 40, el cual se caracteriza por sus calles angostas y con sus típicas casas coloniales de adobe.
El lugar fue fundado cuatro veces por los españoles, debido a que los calchaquíes asediaban el pueblo. En 1630 los jesuitas lo volvieron a establecer dando lugar a lo que hoy se llama San Carlos, en honor a su santo patrono San Carlos Borromeo, cuya fiesta se celebra todos los 4 de noviembre. Fue declarado Lugar Histórico Nacional en 1942.
San Carlos invita a revivir historias pasadas de la mano de sus edificios emblemáticos, sus calles historias, sus sitios arqueológicos y las hábiles manos de sus maestros artesanos que supieron mantener técnicas ancestrales
Para tener en cuenta: de marzo a septiembre, la temperatura en los Valles Calchaquíes es agradable de día, pero por la noche refresca considerablemente. Hay que tener la precaución de llevar abrigo.