Nos vamos cerca de Sierra de la Ventana, más precisamente a 12 minutos o 9 kilómetros. Llegamos a Saldungaray, un pueblo no tan conocido que marcó a fuego a la región.
Este pintoresco pueblo de no más de 1500 habitantes, se encuentra en el sudoeste de Buenos Aires. Su historia empieza hace muchos años, de su fundación. Porque una posta ubicada por Juan Manuel de Rosas, durante su Campaña al desierto se convirtió en un fortín de avanzada. Fue el famoso Fortín de Pavón en el año 1.863, que se mantuvo activo catorce años. El tiempo transcurrió, hasta que llegó en 1879 el vasco francés Pedro Saldungaray y adquirió 2670 hectáreas que incluía los lugares mencionados. En los últimos tiempos de ese siglo Santiago, su hijo, le sugiere la fundación de un pueblo.
El fortín fue declarado el 4 de Agosto de 1980 como Lugar Histórico Nacional. Un merecido reconocimiento al lugar que poseía dos cañones y estaba rodeado por un foso de 3 metros de profundidad, una boca de 4 metros y una base de 40 centímetros. En su interior se protegían la comandancia, cuadra de tropa y el mangrullo.
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¿Qué hacer en esta localidad?
Visita la Iglesia Nuestra Señora del Tránsito en pleno centro de la ciudad. Dentro de ella pueden ver una imagen de la Virgen recostada sobre almohadas rojas, traída por el fundador del pueblo, desde Francia.
También su cementerio, cuya portada es una obra monumental, muy reconocida en el mundo por haber sido realizada a manos del arquitecto-ingeniero Francisco Salamone.
Sobre el Río Sauce Grande existe un sector arbolado con altas barrancas, donde se puede acampar o pasar el día. Allí se forma el famoso Embalse Paso de las Piedras. En el lugar pescar pejerreyes o practicar actividades naúticas, sin motor, es una opción que gusta y mucho. Como también acampar en el Camping “Fortín Pavón” con varios quinchos y muy concurrido en cualquier época del año, para el disfrute de toda la familia.
Si hay algo que caracteriza a este lugar es poder caminar tranquilamente en sus calles. Ver la marca del tiempo, de las épocas, que por momentos parecen no haber pasado. Sus paredes dan cuenta de sus años, la siesta se respeta salvo algunas corridas de los más chicos. Es ideal, para reecontrarse con los pueblos de nuestros abuelos.
Pero también, en este lugar existe un lugar que se convirtió en un orgullo local y zonal. Es la Bodega Saldungaray, al lado del pueblo con un formato boutique y con capacidad para 200.000 litros de vino.
Hoy en día cuenta con 20 hectáreas de viñedos con diferentes varietales: cabernet sauvignon, merlot, malbec, tempranillo, entre otros. En el lugar se pueden degustar los vinos Ventania, dentro del restaurante que alberga el lugar.
Como lo ven, en este pueblo la variedad es grande. Saldungaray los espera.