En San Juan, por la Ruta Nacional 150, a unos 35 kilómetros al este de la Cuesta de Viento y a unos de 47 de Rodeo, se llega a San José de Jáchal. Pasen y conozcan.
Historia cuyana
Fundada en 1751, San José de Jáchal, fue durante su primer siglo de existencia más grande que la mismísima capital provincial. Combina belleza con su ubicación estratégica no sólo en el pasado sino en el presente. Antes como posta en las travesías a Chile o Tucumán; hoy en día, es la zona franca que vincula la región con el comercio por el Pacífico.
El Río Jáchal domina el paisaje y es vital para el desarrollo productivo, al mantener la actividad agropecuaria con el olivo como principal cultivo. Esta parte de San Juan, aún tiene sus casas de adobe y tapiales, y mantiene su estilo colonial.
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¿Qué podemos conocer?
El Santuario Arquidiocesano de San José, se encuentra ocupando el solar de la antigua parroquia de San José. Allí, se llevaron a cabo varios hechos históricos de vital importancia, como el 15 de agosto de 1816, cuando se juró la Independencia proclamada por el Congreso de Tucumán. Además, fue centro de reunión en 1853, para reafirmar la Constitución Nacional que se sancionó ese año.
El Eco Museo Prieto, que se inauguró en 2001, también es una gran opción. Cuenta con una colección de piezas arqueológicas de los primeros habitantes de estas tierras y recupera tradiciones de la vida rural, según el concepto de ámbito vivo, donde los objetos se presentan interrelacionándose.
A unos 20 kilómetros hacia el este, se encuentra la Garganta del Río Jáchal. Es un cañón que se levanta a 30 metros por sobre el río y ofrece condiciones óptimas para los amantes del rafting o el uso de kayaks. Aquí, los saltos abundantes y rápidos, llegan a alcanzar los 30 kilómetros por hora.
El hermoso Valle de Huaco
A unos 40 minutos se ubica Huaco con su hermoso valle. El nombre del lugar proviene de las voces araucanas hua (maíz) y co (agua), emplazándose sobre el río homónimo. En esta localidad, el tiempo no parece haber pasado.
El Algarrobo Histórico, ubicado en las afueras, donde descansaba «Chacho» Peñaloza cuando iba hacia los llanos riojanos, se convirtió en Monumento Histórico y algo digno de ver.
También lo es el Molino Dojorti, un antiquísimo molino fundado en 1775. Su mecanismo es de algarrobo tallado a mano. El nombre es por la familia de la que era propiedad y si bien dejó de funcionar en 1968, se puede entender cómo era la vida allí con sus pisos de piedra.
Jáchal los espera. Conocerlo es un regalo que se tienen que dar.
