Es difícil imaginar que en un pueblo de 800 habitantes alguien pueda invertir en un hotel proyectando en el futuro de la zona. Este es el caso de Gastre, un pequeño pueblo rural ubicado al norte de Chubut, en el que Genaro Peréz invirtió en un hotel pensando en un futuro prometedor.
La minería
La región tiene una actividad ganadera predominante, pero años de sequía y los efectos de la ceniza volcánica han deteriorado la actividad económica de la región. Sin embargo los recursos mineros son de mucha importancia. Hay yacimientos de plomo, plata, zinc, cobre y oro que se encuentran en explotación y en donde trabajan 47 habitantes de los 800 que posee Gastre.
La esperanza en forma de hostería
La minería es el factor que inspiró a Genaro a invertir en la Hostería La Esperanza. La elección del nombre no es casualidad, el hotel significa una gran apuesta al futuro prometedor del proyecto minero que hay en la zona. Además, en caso de que se desarrolle finalmente dicho proyecto, hay planes de ampliar la hostería en un futuro.
La inversión en el hotel significó una luz de «esperanza» para todo el pueblo ya que alguien se atrevió a confiar en que las cosas mejorarán para los habitantes de Gastre. La ilusión de que comience la explotación minera y se generen puesto de trabajo es lo que hoy moviliza al pueblo.
La hostería
La Esperanza es una hermosa hostería que contrasta con la estética de este pequeño pueblo. Sus nuevas instalaciones con todas las comodidades invitan a uno a sentirse como en casa.
El hotel cuenta con 7 habitaciones equipadas con televisores HD, DirectTV, wi-fi, calefacción central, ventiladores, baño propio, ropa blanca, servicio de limpieza y desayuno. Pero los más importante, cuenta con la amabilidad de su gente.
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